domingo, 24 de junio de 2012

Mirar con otros ojos.

Había una vez un campesino gordo y feo enamorado (¿cómo no?) de una princesa hermosa y rubia. 
Un día, la princesa (a saber porqué), le dio un beso al feo y gordo campesino.. 
Y mágicamente éste se transformó en un esbelto y apuesto príncipe, 
(por lo menos así lo veía ella..)
(por lo menos.. así se sentía él.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario